lunes, 22 de diciembre de 2008

De pronto se nos va...

Parece que diciembre tiene hambre.
Sin que nos demos cuenta ha ido devorando uno a uno (o quizá de dos en dos, ¿quién sabe?) todos estos días que parecen no haber existido.
De pronto, hoy es día 22 y al mirar atrás, me doy cuenta de que no tengo estos días en mi memoria, ¿hacia dónde han ido?
Lo que podría haber arreglado diciembre no lo ha arreglado y ha dejado que el año siguiera su amargo curso sin dar si quiera una tregua... Nadie espera tampoco milagros en un mes como este... ¿o sí?

sábado, 13 de diciembre de 2008

Un 13 de diciembre...

Un día como este -viernes en lugar de sábado-, hace algunos años, se produjo un encuentro que cambió mi vida de un día para otro.
Dieciseis o diecisiete años, una edad difícil, dudas, dificultades, inseguridades, complejos... Todo se sumaba para convertir a aquella chica en una persona tímida que prefería pasar desapercibida. Ante el empeño de sus compañeras de clase, fue por primera vez a una cafetería ella sola con amigas (hasta entonces, por azares de la vida, no se había producido tal situación). Había un grupo muy grande, heterogéneo, y ella las conocía a todas. Sin embargo, con tres de ellas, esa simple amistad de compañeras de clase, se convirtió en algo muy especial. Algo tan especial que ocasionó algunos de los mejores momentos de su vida y algunos de los peores; vivió nuevas experiencias, conoció a gente nueva, disfrutó y sufrió su primer amor con toda la pasión que permiten los diecisiete...
Hoy lo recuerda... con cariño, con nostalgia, quizá también con cierto alivio... Poco queda de todo aquello, las cosas han cambiado bastante... La propia protagonista no es ya la misma... mejor, peor... diferente. No obstante, no todo ha desaparecido o cambiado y es que, como siempre digo, hay cosas que nunca cambian.

Posdata: un beso muy fuerte desde aquí (tú sabes quién eres)... y que esas cosas sigan sin cambiar...

lunes, 8 de diciembre de 2008

Dormir para olvidar...

La mayor parte del tiempo se sintió fuera de lugar, como cuando asistes a una reunión de antiguos compañeros de colegio donde todos han seguido en contacto excepto tú, o cuando llegas nuevo a trabajar a un lugar donde todos ya se conocen de antes... ¿Cómo habría podido llegar a esto?
El alcohol y la tristeza le nublaban de vez en cuando la vista... Hacía mucho tiempo que no se sentía tan sola rodeada de gente... ¿sería ese su destino? Quizá era un tipo de persona hecha para estar y vivir sola, hacerse viejecita y tener a su cuidado a más de veinte gatos salvajes... ¿Quién sabe?
El viaje de vuelta lo pasó observando el paisaje que corría rápido en la ventanilla por la que miraba... Del mismo modo que árboles, edificios y parques pasaban rápidamente a su lado, los recuerdos de no hace tanto la acechaban... igual que el paisaje, cuando se quería dar cuenta, todo se había desvanecido...
Llovía a mares cuando por fin llegó a casa; le hubiera gustado quedarse de manera indefinida bajo la lluvia, hasta que esta consiguiera borrarla del todo. La imposibilidad de este deseo la hizo reaccionar y entró en su casa.
El único consuelo que le quedó fue el largo y reparador sueño en el que se sumergió el resto de la noche y todo el día siguiente gracias al puñado de somníferos tragados con un ron de buena calidad.

lunes, 1 de diciembre de 2008

¿Ya ha llegado diciembre?

Ha llegado diciembre. Menuda novedad, pensaréis, como si no lo supiéramos. Ya, ya..., sé que todo el mundo lo sabe pero es que me ha cogido tan de sorpresa que aún estoy asimilándolo. No sé, pero pensaba que este año estaba tardando más en llegar el invierno, la Navidad... pero no, casi no ha dado tiempo de decir en la piscina eso de "y en cuanto te descuides están aquí las fiestas".
Además, hace mucho frío, pero mucho, mucho. Esta mañana observaba el hermoso paisaje que se ve a través de mi ventana (un párking de coches, jeje) y han empezado a caer copos de nieve. Ha sido una cosa muy puntual que rápidamente se ha esfumado pero temblaba sólo de pensar en salir a la calle.
Aún así, he salido. Creo que diciembre se merece al menos que le dé la bienvenida desde fuera, pasando frío y contemplando como las calles y las tiendas se atiborran de productos navideños.
Espero que tengáis todos un buen mes.